El tema de moda de hoy es el vídeo en el cual el Sr. Andrónico Luksic responde preguntas de diversa índole que pudieran entenderse contorversiales, en donde la opinión pública lo ha juzgado y al día de hoy, posterior al vídeo ha sido objeto de muchas bromas y «memes».

Hay diversos temas de fondo que dejan mucho que pensar acerca de como mejorar la institucionalidad y la calidad de los cargos de elección popular en nuestro país.

En primer lugar el que un diputado de la república utilice epítetos para descalificar gratuitamente a un empresario, que al parecer no es muy querido en el país por la astronómica fortuna que posee. A primera instancia, no parece más que una conducta oportunista utilizada por éste político para ganar el voto fácil de quienes lo veneran por «decir lo que nadie se atreve a decir». Lamentablemente hay gente que no ve el trasfondo de ésta violencia que se está institucionalizando, en dónde en caso de tener antecedentes y pruebas concretas debería seguir los procedimientos que nuestra institucionalidad ha determinado como tales para juzgar y dar castigo a quienes infringen nuestras leyes. En vez de seguir aquellos procedimientos éste personaje ataca sin fundamentos concretos utilizando insultos de grueso calibre para hacerse viral en las redes sociales y poder ganar el voto fácil, que por lo demás no es poco, de quienes poco saben de institucionalidad, de trasfondos, o de ver las situaciones de una manera holística. Por lo demás el cargo por el cual fue electo, le permite incidir directamente mediante propuestas que permitan castigar las conductas que recrimina y que tantas pasiones le generaron. Sería más noble y altivo aportar con su grano de arena mediante propuestas y datos concretos, que pudieran permitir juzgar y castigar las conductas abusivas e inmorales.

En segundo lugar tenemos a una opinión pública que «trollea» y hace «bullying» al Sr. Lucksic, que por lo demás, puede que para él haya sido mejor no tomarse la molestia de responder a la bajeza cometida por el Sr. Rivas. Al responder, se le da más cabida y cobertura a los dichos que tanto abomina. Creo que con el vídeo ha mordido el anzuelo que permitió dar aún más pantalla al diputado. Si bien prefirió defenderse por aquel medio, concuerdo con él en que por su condición, aunque gane en la justicia, perderá igual ante la opinión pública. Es menos popular y ante eso hay poco que hacer. Es como si ser rico fuera un delito. Bienaventurados los que lo son, si es que se enriquecieron de manera digna y mediante su esfuerzo o si nacieron en esa condición. Infames son quienes lo lograron y/o lo logran de manera poco ética y lo alardean a los desvalidos. Desconozco en detalle las condiciones morales en las que éste Sr. ha amasado su fortuna, pero al menos hasta el momento no han habido sentencias que indiquen que lo ha hecho al margen de la legalidad.

Por tanto el debate es moral, al notar que generalizadamente se juzga como indigno a quien posee una fortuna y como noble a quien trabaja esmeradamente para salir de la condición de la pobreza, pero una vez que sale de ésta para seguir avanzando hasta ser medianamente rico, pasa a la primera categoría mencionada.

Desconozco el motivo por el cual sólo tuve dos años de filosofía en el colegio y por qué fue sólo casi al final de los estudios. Pero me consta que es la madre de las ciencias, y por tanto debiera ser el comienzo de todo. De seguro los debates morales y los análisis serían más elevados de lo que son ahora (Y de lo que lo han sido siempre). Los demagogos y oportunistas vienen desde siempre, y mientras no nos decidamos a poner a la ética y la moral como temas a estudiar con seriedad, y no como simples juicios por nuestra parte, jamás lograremos salir de la trampa en que nos encontramos. Éste tipo de personas seguirán teniendo seguidores, seguirán habiendo envidiosos, corruptos, tiranos y eventualmente algún déspota benévolo que vuelva a poner las cosas en su lugar para luego continuar con el ciclo de siempre…

Volviendo al tema anterior, y para no ser tibio en mi opinión, si hubiera que elegir a un ganador, creo que sería el Diputado (a pesar de que ante mis ojos sea indigno). Ya que hizo «pisar el palito» a un hombre muy influyente, poderoso y bien asesorado.

Para finalizar, insisto en que no tiene sentido, la noticia ni los contendores, sino que el trasfondo está en lo que nos preocupa, a lo que damos cabida, a lo que decidimos responder y lo más importante: Nuestra concepción del bien y el mal.