Una importante noticia de la última semana de Abril da cuenta de una caída anual de 41,4% durante el primer trimestre de 2016, según dio a conocer el 28 de Abril la Cámara Chilena de la Construcción (CChC).

Es sabido que el efecto IVA de la reforma tributaria provocó un adelanto en la decisión de compra en las personas, que elevó considerablemente las ventas inmobiliarias durante el año 2015, provocando una mayor base de comparación. No obstante, al comienzo del 2016, se esperaba una reducción más moderada en las ventas durante éste año de lo que ha sido realmente, llegando a representar la cifra más baja de ventas desde el primer trimestre de 2010. En comentarios correspondientes al segundo link, muchos le restan credibilidad a la noticia, en donde hay personas que opinaban que la caída sería más abrupta.

De todos modos habiendo crecimiento económico y poblacional, siempre hay demanda de viviendas y las empresas inmobiliarias deben cumplir con su misión que es la de ofrecer éstos productos. Aquello impulsa el aumento de precios de los terrenos, que posteriormente se traduce en alzas de precios en la venta de viviendas a través del tiempo. La incógnita que me plantee el año pasado al haber vendido una propiedad por cambio de ciudad era respecto de cuando tomar la decisión de compra de una nueva vivienda. Teniendo en mente que haya alguna probabilidad de que la baja en velocidad de ventas de las empresas inmobiliarias, sobre todo de las más pequeñas, las ponga en la obligación de reducir los precios para poder cumplir con sus compromisos financieros, o en otro caso, de que aumente considerablemente la cantidad de viviendas que salgan a remate por no pago, significaría una excelente oportunidad para invertir en caso de disponer del efectivo o la capacidad de crédito suficiente. De todos modos es una visión pesimista cuya respuesta podría dilucidarse el año 2017 o 2018, pero de ningún modo el 2016. Espero que no se cumpla.

Las reformas que se están llevando a cabo en Chile dan para muchos casos de estudio y tesis de Economistas, Historiadores, Sociólogos, Cientistas Políticos, entre otros profesionales de las ciencias sociales. Recién a un año de los cambios se están notando efectos considerables que ponen de manifiesto que no todas las buenas intenciones se traducen en buenos resultados.

No está demás recordar que el gobierno y especialmente el ex ministro Arenas, aseguraban que los costos de las reformas sólo serían pagados por el 1% más rico. Aseveraciones que  pocos creyeron en el sector privado y dónde las demás variables, como contrataciones o inversiones eran ceteris paribus.

Un ejemplo de como impactan políticas similares a las que se están llevando a cabo en Chile y su impacto en la economía se pueden encontrar en el Libro «Suecia, el otro modelo«, de Mauricio Rojas. Al leerlo, uno no se puede dar cuenta que no es necesario asumir el costo del aprendizaje, si otros ya lo han asumido muchos años antes, en dónde los resultados son conocidos y paupérrimos. Y la clásica frase «Quién olvida su historia, está condenado a repetirla» cobra vida otra vez más….